¿Sabías que en Estados Unidos existen consultorios dentales que ofrecen perros a sus pacientes ansiosos para que los abracen y así ayudarlos a superar su miedo al tratamiento? Aunque este método aún no es una práctica común a nivel mundial y probablemente habría que superar muchos obstáculos burocráticos, especialmente en nuestras latitudes, en principio suena muy interesante.
En general, los perros de terapia se utilizan cada vez con más frecuencia para superar miedos y con gran éxito. En la entrada del blog de hoy explicaremos cómo se comportan los estadounidenses a este respecto y por qué su uso también sería concebible en Alemania.
Los perros de terapia no sólo ayudan a los niños autistas
En Estados Unidos, cada vez más dentistas emplean empleados de cuatro patas para reducir el proceso de tratamiento para niños y adultos. No hay ningún coste extra para los pacientes. Sin embargo, a medida que los llamados perros dentistas se vuelven más populares, sus deficiencias también se hacen evidentes.
A diferencia de Alemania, las regulaciones en EE.UU. no son tan estrictas. No hay nada que impida que un dentista acepte en su consultorio una mascota no entrenada. El uso incontrolado como perro de confort o perro de terapia tampoco está regulado por la ley.
Debido a varias quejas sobre la seguridad e higiene de los trabajadores animales, el estado de Carolina del Norte ha impulsado a la agencia reguladora estatal a aprobar una ley.
Esto significa que sólo ciertos tipos de perros bien entrenados pueden ingresar a las salas de examen dental. Estos perros no sólo deben estar entrenados, sino también sanos. Quedan exentos de esta norma los “perros de asistencia certificados” que son llevados al sillón del dentista por sus dueños.
De lo contrario, solo se permiten en los consultorios dentales perros que hayan sido entrenados en un programa acreditado por una organización específica.
Estudio demuestra la eficacia de los perros para superar el miedo al dentista
Un pequeño estudio publicado en la revista Animals descubrió que los pacientes con ansiedad dental experimentaron una reducción del estrés y la presión arterial cuando un perro se sentó en su regazo durante el tratamiento.
Investigaciones posteriores en el marco de este estudio demostraron que los animales en centros sanitarios generalmente pueden reducir la percepción del dolor y, por lo tanto, generar un mejor estado de ánimo.
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